En el programa se intenta dar una visión de cómo está la situación actual del sistema educativo en España, por lo que se tratan varios temas como la distinción entre colegios públicos y concertados, la inmigración en las aulas o la consideración social que actualmente tienen los maestros. Además, se compara el sistema educativo de Finlandia con el sistema educativo español. Es esto último lo que más me llama la atención y en lo que me voy a centrar.
En el gran contraste existente entre ambos sistemas es posible ver reflejadas las carencias que el sistema educativo español tiene, y se deja claro que la educación es algo en lo que todos deberíamos participar, que no sólo se reduce a las aulas.
En mi opinión, la verdadera causa de esto reside en los hábitos y formas de pensar a los que estamos acostumbrados los españoles. Esto es los que nos impide en cierto modo cambiar el sistema educativo. Un ejemplo podría ser la fama que tiene la figura del maestro en la sociedad española, ya que a éste se le considera como una persona que “trabaja poco y cobra mucho”. Parece que el maestro no tiene una función importante en la sociedad, cuando en realidad es justo lo contrario (que es lo que ocurre en Finlandia, donde el maestro es figura de autoridad pública).
De esto, en concreto, se habla también en el programa. De hecho, Jurjo Torres, Catedrático en Didáctica y Organización escolar, llega a comentar que el hecho de que un alumno que tenga una media de sobresalientes y pretenda estudiar Magisterio podría llegar a ser un problema para la familia. Es algo bastante sorprendente, pero puedo asegurar por experiencia que ocurre. En el caso en el que me baso no había problema con la familia, pero si con ciertas personas, que intentaban desviar el interés por estudiar Magisterio del alumno y le contestaban con frases como: “Tú puedes llegar a hacer una carrera mejor” o “Vales para algo más”.
¿Valer para algo más? ¿Acaso la tarea del profesor no es lo suficientemente “buena”? Supongo, mejor dicho, espero que a lo que se refiere la mayoría de la gente que utiliza estas expresiones sea que, estudiar Magisterio en estos momentos, supone que haya una altísima probabilidad de no conseguir una plaza de trabajo. La verdad es que visto así, y poniéndome en el lugar de las familias, entiendo que esto pueda llegar a ser un problema. Pero la situación de desempleo en España es bastante mala en general, por lo que creo que las personas deberían estudiar lo que de realmente les guste, aquello por lo que de verdad sientan vocación. Citando a Confucio, “Elige un trabajo que ames y no tendrás que trabajar un solo día de tu vida”.
Por último, me gustaría señalar un aspecto que me ha llamado bastante la atención de los colegios en Finlandia: los comedores. A la hora de comer, el maestro come con sus alumnos compartiendo mesa, convirtiéndose así el comedor en un espacio en el que se sigue educando de manera directa aunque algo más relajada. Con esto no quiero decir que en un comedor escolar español no se produzca ningún proceso educativo, pues la educación informal está presente en todos los ámbitos de nuestra vida y de toda situación siempre se puede sacar un aprendizaje. Pero si que es cierto que la hora de la comida también es un momento muy bueno para que los alumnos aprendan otros aspectos (modales, valores, etc.) necesarios para el desarrollo de una buena ciudadanía, de una manera algo diferente (quizás algo más práctica o directa) a como los puedan aprender en el aula.
En conclusión, considero que hace falta un cambio en la manera de ver el sistema educativo en España, y por lo tanto un cambio en la mentalidad. Tenemos que entender que en la educación participamos todos.
Podéis ver el programa completo de Salvados "Cuestión de Educación" haciendo click aquí.
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