En los textos
propuestos para reflexión se critica la política educativa y la concepción que
la sociedad tiene de la educación actual, se habla de alumnos y profesores, e
incluso se desmienten mitos y se plantean algunas soluciones. Pero en todos y
cada uno de los textos, aunque de manera diferente y centrándose en aspectos
diversos, está presente la idea de que la educación en nuestro país necesita un
cambio.
Está claro que
hay algo que falla, ya sea por la metodología, por la política, por la sociedad
o por el conjunto de dichos factores. También es verdad que en muchas ocasiones
la visión que se tiene de la educación española es demasiado pesimista y está
basada en tópicos, como los que encontramos en el Manifiesto pedagógico “No es
verdad” (niveles de exigencia más bajos, alumnos peores, etc.).
Las causas de
este problema no se deben buscar en los alumnos y profesores echándoles la
culpa, tampoco en la idea de volver al sistema educativo anterior o de que la
educación de los padres es la que determina la de los hijos. La principal causa
es que el sistema educativo no es capaz de actualizarse a los tiempos en los
que vivimos, apenas varía. Otra causa importante es el carácter ideológico que
se le da a la educación en este país, ya que se reforman constantemente las
leyes educativas cuando un partido político llega al poder.
Pero en la
educación actual también nos encontramos con otro problema grave: la violencia
en las escuelas. En su artículo, Luís Rojas Marcos habla de algunos de los
asesinatos que se han dado en escuelas de Estados Unidos (de hecho, hace unos
meses volvió a ocurrir algo similar en Connecticut). Los asesinos suelen ser
víctimas del bullying que sufren por
parte de compañeros de clase. Se trata de un problema muy serio que no sólo se
llega a dar de alumno a alumno, si no que también se han dado numerosos casos
de agresiones a profesores por parte de alumnos.
Si a estos
problemas les añadimos las creencias erróneas de las que hablábamos antes, no
es de extrañar que muchos profesores, en concreto, y ciudadanos, en general, se
sientan indignados con esta situación.
En mi opinión, la solución a este problema está en
manos de toda la sociedad, de la cooperación entre diferentes organismos, pero
teniendo en cuenta a la realidad en la que vivimos. Como José Saturnino
Martínez dice en su artículo en el periódico El País “La labor de las
administraciones educativas es hacer que este trabajo sea posible, y no una
declaración de buenas intenciones, y leyes a coste cero, o volver a los itinerarios”. Si los ciudadanos no
ponemos algo de nuestra parte y exigimos una ley educativa para todos, alejada
de ideologías, creencias y falsas expectativas, la situación no cambiará. Para
ello hay que saber escuchar, atender a las demandas de los que forman parte del
sistema educativo, en concreto, y de la sociedad, en general, ya que un cambio
en la educación implica un cambio en la sociedad.
Las fuentes utilizadas para llevar a cabo esta reflexión han sido:
- http://www.redires.net/sites/default/files/NO_ES_VERDAD.pdf
- http://www.perezreverte.com/articulo/patentes-corso/178/permitidme-tutearos-imbeciles/
- http://elpais.com/diario/2005/04/02/opinion/1112392807_850215.html
- http://elpais.com/diario/2005/10/09/eps/1128839215_850215.html
- http://elpais.com/diario/2008/01/14/educacion/1200265206_850215.html
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