viernes, 17 de mayo de 2013

Y llegó el final... o no


Llega el momento de decir “adiós”, aunque yo prefiero dejarlo en un "nos vemos". A pesar de que el curso se acabe y este blog/portafolios se dé por terminado, es probable que continúe haciendo reflexiones, críticas, etc. Lo que no es seguro es que los suba todos a la web.

De Educación y Sociedad he aprendido aspectos nuevos para mí y muy importantes de la educación. Además he conocido numerosas herramientas digitales a las que le puedo dar tanto un uso personal como adaptarlas para el aprendizaje en el aula.Pero sin duda, lo más relevante desde mi punto de vista ha sido que gracias a esta asignatura he aprendido que hay que cambiar la manera de dar clase, hay que cambiar el aula, la organización y, en definitiva, la concepción de la educación en general. Es necesario actualizar la educación al momento que le corresponde, al siglo XXI, siendo conscientes de que el verdadero protagonista es el alumno, y no el maestro. Y lo más importante: que somos nosotros, los futuros docentes, los que tenemos que dar ese paso, somos los que tenemos que crear este nuevo modelo de educación. Se trata de una gran responsabilidad por nuestra parte y hay que luchar porque esta evolución educativa se lleve a cabo y con criterio, ya que no hay que olvidar que estamos formando personas.

Por otro lado, la idea de crear un blog en el que verter todas las reflexiones que se fueran ocurriendo a raíz de leer artículos, ver vídeos, hacer debates, etc. me ha parecido una idea muy acertada, que no sólo sirve para afianza conocimientos y pensar sobre lo visto en clase; sino que puedes conocer un poco más a ti mismo, dejar más claras tus opiniones o ideales, comprobar si realmente están bien fundamentados, y ver hasta donde eres capaz de llegar. De hecho, a medida que he avanzado en el blog, he notado una cierta evolución tanto en la elección del tema como en la manera plasmarlo. Poco a poco me he ido acercando a mis intereses y relacionándolos siempre con la educación.

A pesar de todos los aspectos positivos destacados, tengo que añadir que no he acabado del todo satisfecho en cuanto a lo visto, es decir, que me gustaría haber avanzado más, hacer más debates (era mis preferidos), etc. Pero claro, el tiempo limita mucho y además la clase es muy numerosa, por lo que tampoco se puede pedir mucho más.

Como conclusión me gustaría decir que Educación y Sociedad (ya sea por la asignatura en sí, o por la manera en que el profesor la ha impartido) ha sido una de las asignaturas más significativas de las que he estudiado en lo que llevo de carrera. Podríais pensar eso típico de "eso se lo dices a todas" (refiriéndose a las demás asignaturas, claro), pero debo decir que no siempre lo digo, y que en este caso es algo que de verdad siento. De ahí que me haya quedado con ganas de más.

Por ultimo, tengo que dar las gracias a todos los que hayan leído este blog, espero que os haya gustado, de verdad.



Como dije al principio:
¡Nos vemos!




Educación y heavy metal


Ayer me enteré de una noticia que me llamó mucho la atención. Se trata del nacimiento de una nueva carrera universitaria: Heavy Metal. La noticia, que está en la web de la BBC, la podéis ver haciendo click aquí.

Se trata de un hecho muy curioso que, según comenta uno de los profesores, ha salido adelante debido a la demanda por parte de los estudiantes y que de momento sólo está disponible en Nottingham (Inglaterra). Sinceramente, no sé si esa carrera tendrá muchas oportunidades en el mercado laboral, pero me parece una iniciativa muy curiosa y que le da más seriedad y un sentido más riguroso (hasta ahora el mejor documental que había visto sobre el tema es Metal: A headbanger's journey) a este estilo de música y sus variantes, que en mi opinión se lo merece. Aunque también pienso que si de verdad sientes pasión por este tipo de música no te hará falta ningún tipo de título que indique lo "heavy" que eres, y tratarás por todos los medios posibles aprender a componer y ejecutar canciones. No obstante, éste podría ser uno de esos medios.

Sin más preámbulos, voy a comentar la relación que he encontrado entre la noticia y la educación en las aulas.

En el momento justo en el que estaba comenzando a leer el artículo se me ha venido a la mente aquella película de 2003, School of Rock, que trata sobre un guitarrista (Jack Black) que se hace pasar por profesor en un colegio y acaba haciendo una banda con toda la clase. En la película, este maestro consigue en los alumnos lo que en mi opinión a todos los docentes les gustaría conseguir: motivación. Es capaz de hacer un producto muy atractivo para los alumnos, les enseña a aplicar lo que ya saben adaptándolo otros nuevos proyectos, consigue que todos trabajen en grupo asignándoles un papel a cada uno dentro de éste teniendo en cuenta sus preferencias y capacidades, etc. En definitiva, consigue motivar a todos los alumnos hacia una meta y los va guiando en el proceso.

Aunque se trate de ficción, creo que deberíamos aprender de la película como futuros docentes sobre todo en cuanto a trabajo en grupo y reparto de tareas según motivos y habilidades. El único fallo que le veo es que en Escuela de Rock es el maestro el que pone como verdadero líder de la banda, cuando en realidad deberían ser los alumnos los protagonistas, y profesor sólo un guía y supervisor del trabajo. Pero es que, al fin y al cabo, no deja de ser una película y Jack Black su protagonista.

Finalmente, me gustaría añadir que un elemento que nos puede servir de gran ayuda a la hora de enseñar es la música, ya que en la mayoría de los casos (por no decir en todos) suele gustar mucho y aumenta la motivación en el aula.

A continuación, dejo un trailer de la película School of Rock:

jueves, 16 de mayo de 2013

Religión en las escuelas

Tema espinoso, el que voy a comentar a continuación... Así que antes de comenzar, me gustaría avisar de que lo que escribo es simplemente mi opinión sobre el tema. Mi intención no es para nada faltar el respeto a nadie, y si alguien se siente ofendido pido disculpas de antemano. Dicho esto, comienzo.
                              
Durante todas las entradas, o al menos la gran mayoría, he estado hablando sobre el cambio que necesita la educación. Como se ha dicho en clase en numerosas ocasiones, "la educación tiene que dejar de ser del siglo XIX, para pasar a ser del siglo XXI". Para ello, es inevitable el uso de las TICs como herramientas verdaderamente útiles (no simplemente para hacer las explicaciones más espectaculares), la introducción de nuevas metodologías, el proceso de enseñanza-aprendizaje centrado en el alumno como protagonista, etc. Pues bien, tal y como yo lo veo, creo que sería un avance en educación el hecho de prescindir de la religión en las escuelas. Cuando digo religión, me refiero a la asignatura pensada tal y como se da hoy en día en los colegios, es decir, únicamente enseñando las doctrinas de la religión católica.


La razones que tengo para pensar ésto son fundamentalmente dos:
  • En primer lugar, no creo que la escuela sea el sitio indicado para transmitir los dogmas de cualquier tipo de religión (y menos aún si es pública). El colegio, tal y como yo lo veo, debe ser un lugar en el que ante todo se eduque, no se adoctrine. Debe formar a los individuos como seres críticos y libres de tomar decisiones. La persona es totalmente libre para seguir alguna doctrina religiosa, pero fuera del colegio (en su iglesia, sinagoga o similar).
  • En segundo lugar, me parece injusto por parte de los demás alumnos que creen en otra religión y que son minoría, ya que no se les oferta y no tienen opción a clases de su religión. Además, también es injusto por parte del alumnado que decide no cursarla por otras razones (por ejemplo, ser agnóstico o ateo), ya que para ellos la hora de religión se convierte en una hora "perdida". Perdida en el sentido de que muchas veces (lo digo por experiencia) no se sabe ni qué hacer con estos alumnos.
En mi opinión, la religión podría tener cabida en las aulas si la asignatura consistiera en enseñar las distintas religiones que hay en el mundo, sin centrarse en ninguna en concreto y desde un punto de vista objetivo, basado en la imparcialidad por parte del docente (que por supuesto no estaría elegido por ningún tipo de entidad religiosa, sino mediante oposición, como cualquier maestro que quiera ejercer la profesión). Se podría decir que más que religión, se impartiría teología.
Otra solución podría ser incluir los contenidos de esta supuesta asignatura de teología dentro de los del área de Conocimiento del medio natural, social y cultural, aunque significaría la imposibilidad de profundizar en ellos.

Aquí acabo mi pequeña reflexión (podría escribir mucho más, pero no es cuestión de aburrir) repitiendo lo que he dicho al principio: ésto solamente es mi opinión. He intentado dar unas alternativas al problema, ¿qué solución le darías tú?

miércoles, 15 de mayo de 2013

Educación al estilo finés

Si el sistema para elegir a los maestros a la hora de ejercer su profesión se basara en una entrevista de manera directa con los candidatos, en lugar de un concurso de oposiciones, significaría que no habría tanta oferta de docentes como hay en la actualidad en nuestro país. Ésto, a su vez, querría decir que el número de alumnos de Magisterio también se habría reducido en gran medida. Por lo tanto, seguramente la nota de acceso se habría endurecido, y la profesionalidad en los maestros y la confianza en ellos sería una realidad indiscutible. Sería muy positivo para la sociedad en general, y para los docentes en concreto, llegar a esta situación. Pues bien, ésta es la realidad en Finlandia.

Colegio finlandés
Vuelvo a hablar otra vez de aquel país que parece ser el paraíso de la educación. ¿Pero cómo evitarlo?, si posee un sistema educativo que es la envidia de cualquier país. Hay que elogiar las cosas bien hechas, y ante ésta yo me quito el sombrero. No hay más que ver la entrevista que se le hace a Reijo Laukkanen, un profesor finés de Política Educativa, en el periódico El País

Centrándome en la entrevista al docente como método de elección, he pensado en algunas de las preguntas que se le podrían hacer a un maestro, pero en el supuesto de que la entrevista se hiciese en nuestro país.
Para mostrar un ejemplo concreto, situaré la entrevista en un colegio cuyo Proyecto Educativo de Centro está en la línea de la educación inclusiva, es decir, que atiende a las necesidades individuales que presenta cada alumno, ya sea por causas psicológicas (como por ejemplo el autismo o el síndrome de Down), fisiológicas (parálisis cerebrales) o sociales (marginación o inmigración). Sabiendo ésto, he pensado en cinco preguntas que se le podrían hacer:

-          ¿Qué motivos le impulsaron a querer dedicarse a la educación? ¿Cree que son suficientes?
Se trata de una pregunta obligada para una entrevista a un profesor, ya que la vocación y la motivación hacia esta profesión es algo imprescindible. Si no resulta un trabajo agradable o que llena, puede llegar a convertirse en una pesadilla. El segundo apartado va más encaminado a que el entrevistado reflexione sobre sus motivos, y encuentre algún motivo más que quizás no tenga o que tenga pero no lo había mencionado.

-          ¿Considera que su preparación para este oficio es realmente buena? ¿Aparte de su formación, cree que posee alguna habilidad personal?
Esta segunda pregunta intenta hacer pensar al maestro sobre su formación con la intención de detectar posible carencias en ella. Por otro lado, se pregunta sobre las habilidades personales, ya que por muy buena preparación que se tenga, será muy difícil se un buen maestro si no se poseen o se desarrollan ciertas habilidades sociales como la paciencia, saber hablar en público, etc. Se trata también de una pregunta muy general para cualquier tipo de profesorado.

-          ¿Tiene alguna experiencia como maestro (o similar) o es la primera vez que va a ejercer la profesión?
Esta tercera pregunta, desde mi punto de vista, aunque es muy típica, es obligatoria. La experiencia es un grado, aunque ésto no quiere decir que alguien que lleva varios años ejerciendo la profesión vaya a dar clase mejor que algún maestro novato. La experiencia no tiene porqué limitarse sólo a la educación formal, sino que también tiene cabida si se ha trabajado como monitor, dando clases particulares, etc. Lo que se pretende es comprobar si se ha pasado algún tiempo dirigiendo un grupo de niños o dando clase.

-          ¿En qué tipo de ambiente se ha criado? ¿Se podría decir que era culturalmente rico?
Esta pregunta va más encaminada a la educación inclusiva. Trata de buscar el contacto que ha tenido el maestro con la diversidad. Comprueba si el maestro en su entorno ha convivido con diferentes tipos de personas, si está acostumbrado a tratar con todo tipo de alumnos, y quizás puede dejar clara su iniciativa hacia la educación inclusiva.

-          ¿Se ve capacitado para dar clase a alumnos con necesidades educativas especiales? ¿Cree que usted sólo podría llevar una clase con un número elevado de ACNEEs?
La última pregunta va directamente encaminada a las capacidades del maestro ante la diversidad del alumnado. Se busca que no se acobarde, que tenga auto-confianza, y en definitiva, que sepa enseñar a cada alumno de manera personal, dándole a cada uno lo que necesita en función de sus características personales.


Éstas son sólo cinco cuestiones de la muchas que se le podrían hacer a un maestro es este sentido. ¿Qué les preguntarías tú?